He caído una vez mas en la profunda grieta,
la mayor que conozco,
mi propio interior.
Se cierne el dolor sobre mis párpados,
se han cargado de un insoportable agotamiento,
hasta mi propia voz,
subyace carcomida por la ronquera,
donde un alto vallado cerca mis palabras,
ya no fluyen en cascada sobre mi cuerpo,
solo visto este desánimo,
Una vez mas,
la mujer que robó mi alma
colmándome de incontenible locura,
ha herido mis sentidos con el filo de su indiferencia,
con cadenas dibujó mi cuerpo
endulzando de crudeza mis labios,
despojándome de mi único tesoro,
el suspiro de mis lágrimas.
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