En mis oídos, un débil murmullo,
tibio y tranquilo se deja escuchar,
viene una voz lejana en capullo,
fantasía de palabras sin acuñar.
Me aparto del sueño, retiro la almohada,
me siento en la cama y me pongo de pie,
no sé si fue un suspiro o fue la nada,
pero viene una voz lejana, yo la escuché.
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