Por querer aconsejarte
al ver lo que te pasaba,
¡no debiste comprender,
El consejo que te daba!.
Con ello me has hecho daño
lo hacía de buen a fe,
¡me pedías un consejo
Y te quería ayudar!.
A veces por un error
y sin querer cometerlo,
haces daño sin querer
A quien no lo merecemos.
La vida es así de ingrata
sin querer me has hecho daño
pues mi consejo era bueno
Y tu no lo comprendiste.
Y como la vida es larga
después de pasar un tiempo,
comprendiste la razón,
¡No era yo quien te engañaba!.
|