A ti porque lees mis versos en silencio.
Porque me animas cada día más,
a conocer en realidad el precio,
que encierra la palabra libertad.
A ti porque a pesar de mis errores,
me regalas confiado tu sonrisa.
Aunque con ellos te cause cien dolores,
tú para reprocharme, desconoces la prisa.
A ti porque me das confianza y ternura,
aunque yo te devuelva necedades.
Porque día tras día perdonas mis locuras,
y de tu alma me entregaste las llaves.
A ti, tan solo a ti, respeto y amo.
Y aunque jamás mi amor, yo te lo diga,
se que puedes leerlo en mis ojos grabado,
o en los versos que día a día escriba.
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