Nada fuè ni nada es como pensè.
Mi fantasìa, tesoro consumido
en àsperos dìas que no olvido
se perdiò en bosques que atravesè.
Busquè mis bellos sueños y me cansè
Recordè algùn fuego encendido.
Añorè aquel altruismo vertido,
aquellos sinceros labios que besè.
Por el triste cementerio del perdòn
la ilusiòn enlutada paseaba.
La luna su gèlida luz acentuaba
haciendo con su plata un cordòn.
Sentì a mi ilusiòn que agonizaba.
Llorè, puès nada fuè como pensaba
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