Cuando las palabras se hagan
irreales y no se entiendan
la incoherencia cobrara su tajada
del mundo como lo hace el hombre
que se levanta de la caída,
del vuelo terrestre,
del amplio pequeño cuarto
de una habitación a medio construir.
Vendrá en callada calma la luz
de una sonrisa, la sombra de un beso
y el dolor tierno de una despedida
sin tiempo, allá donde la palabra
mas sabia se haga repulsiva
y los cielos se llenen de Dioses.
En estos tiempos los ojos
no podrán ver la realidad
sentirán el dolor de la pasión
y se harán plegaria los sueños
del que aun lucha por ser feliz
en medio de esta triste agonía
llamada vida.
Y después de todo veré una
imagen borrosa en mi mente
y gritare mi alegría a
todo aquel que me vea sin mirar,
llorare del mas dulce dolor
de recordarte y traerte de vuelta a mi,
en forma de un recuerdo,
ese recuerdo que ya se había olvidado.
Creerás que hay cosas tan simples
que pueden hacer amar y odiar
a un ser que se escapo de lo natural
para volverse un rayo de sol
en tu rostro y sentirás la mirada
profunda de un alma muerta en vida
y que te llama en cada palabra que da.
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