Celestiales las caricias
que profanaron cuerpo puro
hoy son delicias
de un recuerdo impúbero.
Indecentes pensamientos
prodigio mi boca al mírate
ya con otra, sentimientos
de contemplarte
¡ Tan ajeno, tan distante !...
Perdone tus desatinos
invoque a tu amor
pero nuestros destinos
se limitaron al rencor.
Mejor la libertad, aquella
que alguna vez tuvimos
y que fué una estrella.
Ambos sostuvimos
el aliento,
el sentimiento.
Queda hoy solo, el firmamento
sin tu pensamiento
y yo, camino lento.
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