¡Dios mío! ¡Cómo te amé!
Cómo fuiste la luz de mis caminos!
Cómo en cada pensamiento estabas!
¡Dios mío! ¡Cómo te amé!..
Y hoy nos dejamos....
que el dejar es abandono
y abandono este dolor,
éste no saber qué quieres,
éste escuchar hoy un sí
mañana un no y después, quizás.
Esta angustia de no saber
si una palabra simple,
si un gesto cualquiera
te duele tánto, que no
soporta la fuerza del amor,
y entonces, me hieres,
me castigas y nos hacemos daño
por amarnos y no saber cómo.
¡Dios mío, cuánto te amé!
Cómo fuiste la ilusión de
este otoño que me asaltó
casi sin darme cuenta, casi
sin sentir que eran ya cincuenta
y alguno más...
Pero no quieres, no sabes,
no eres, no entiendes....
y era tán fácil,
sólo dejar que el corazón sintiera,
tán fácil!....
¡Dios mío, cómo te amé,
cómo tengo que decirlo,
una y mil veces y grabarlo
en mi mente, en mi corazón,
en mi, ¡en mi!. Para no gritar que,
¡ te amo !....
Migdalia B. Mansilla R.
15/01/2002
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