Nada sé hoy de tí,
y en mi soledad crecen,
espinas para mis versos,
que no gotean sangre,
cuando se clavan dentro.
Van salpicando dolor,
en el seguir viviendo,
de llevarte sin querer,
siempre en el pensamiento.
Sintiendo tu presencia,
sabiéndote lejos, muy lejos,
y esta conocida ausencia,
se me traduce lamento.
Sin tú saber, ni oir,
si tengo amistad o amor,
algo en mi de contento,
si sonrio, sufro o muero.
Tal vez solo escribo
porque solo tengo frío,
de que? de tu amor,
de tu cariño bello.
Es el amor que te tengo,
sin yo pensar, sin saberlo,
se cuela en el corazón,
dejando un agujero.
Y no duele que entre en él,
ni como está ese tiempo,
ni siquiera lo que se llevó,
solo que me deja un hueco.
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