Tu hermoso rostro me lleva
Padre desde muy temprano
cuando en tus brazos me meces
y me estremezco con tu tacto.
En mi mente estás Tú
aun antes de despertarme
sabiendo de mis secretos
de mis dichas y desastres.
Llenas mi vida de Luz,
de colorido y contraste,
pues Contigo soy feliz
en la quietud y el silencio.
Siento expandirse mi corazón
cuando cerca de Ti me hallo,
tierno, dulce y amoroso
mi Redentor, mi amigo y mi amo.
Te agradezco Padre mio
todo lo que me has dado,
la dicha de conocerte
estando siempre a mi lado.
|