Cuando tengas penas y te sientas triste.
Cuando veas que el mundo es ancho y ajeno.
Piensa en estas cosas que voy a decirte,
y hallaras en ello, refugio y consuelo.
Piensa que a esta vida traemos misiones,
y no todas ellas a veces son buenas.
Al igual que tú, sufrimos millones,
también arrastrando pesadas cadenas.
Pero si en tu alma llevas encendida,
la fe y la esperanza, de un mejor vivir,
tendrás esa fuerza inmensa y divina,
que te da coraje, para proseguir.
Sufrimos por hambre, por guerras o enfermos,
otros son objeto de la violación.
Aquellos que sufren terribles secuestros,
hundiendo a familias en llanto y dolor.
Cuando tengas penas y te sientas triste,
analiza esto que yo escribo aquí.
Si nada de ello, tu vida reviste,
¡tú tienes la llave para ser feliz!
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