Búscame en el arado que forman las estrellas en el cielo.
Búscame en tu desdicha también en tu consuelo.
Búscame en esas bellas flores bañadas de rocío.
Búscame allí en ti almohada, búscame en tus sentidos.
Búscame siempre amor, búscame por las calles.
Búscame en tu manera, búscame en otro talle.
Que allí donde me ignores, allí donde me olvides,
algo te gritará ¡búscala que ella vive!
Pendiente de tus ojos verdes, cual la esperanza,
sosteniendo un ensueño que aún queriendo no alcanza.
Pero que prevalece y habrá de existir siempre,
por mucho que se afanen en torcer la corriente.
Búscame amor, búscame en todas partes,
búscame en tus ideas, encuéntrame en el arte.
Que yo no tengo vida hasta que no te encuentre,
búscame si es posible ¡más allá de la muerte!
Que allí he de esperarte con los brazos abiertos,
pues si acaso lo ignoras ¡también aman los muertos!
|