Tus lagrimas,llegan hasta mí
como flores de Alelí
aquellas, que en casa plantamos
y que ya no recordamos.
Querido sobrino, el más dulce
de mis niños, eres tan tierno
y tal parece
que el mas humano.
Deja rodar tus lagrimas
por que ellas sanarán
tus heridas
hoy tan cautivas.
Olvida, a las yermas
tierras del oriente
ya que ellas no te curan
y no se siente,
que te brinden felicidad
solo te ofrecen hostilidad.
Date mi niño, un tiempo para ti
ríe, como en el pasado
recuerda al Alelí
aquel tan amado.
¡Y sonríe, para mí!
|