Se desgranan las palabras,
con todo su peso,
con todas sus sílabas,
con todas sus tristezas,
en el ámbito cálido de la tarde...
Van simplemente desfilando,
marcando el paso de la vida,
destilando letras,
que si no fuera por las rosas,
golpearían al caer
como mazos,
como la dureza de tus ojos,
que destruyen,
que rompen,
que aplanan...
y tal vez para la vida...
que aún no se vislumbra.
Palabras de silencio,
palabras de tristeza,
palabras de soledad,
en el clima gélido de tus besos.
Y una etapa que se cumple,
y una vida, dos, tres...
que parecen truncarse,
que se hacen polvo,
quizá para renacer,
para renacer en un mundo distinto,
donde los valores se desvanecen,
como esos fonemas que caen,
tal vez gastados por el uso,
y donde la amistad como único bote,
parece tener sentido.
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