Sumergida en el mar de la esperanza,
me muevo por la vida como un pez.
Y aunque a veces se hunde mi confianza,
de nuevo salgo a flote por mi fe.
Volando por el aire soy paloma,
que se afana en buscar la solución,
para vencer el águila que asoma
sus garras, para darme destrucción.
Envuelta en ese fuego de la vida,
a veces he creído calcinarme.
Pero encuentro feliz esa salida,
que abrazada a mi fe, logra salvarme.
Caminando feliz por los caminos,
de esta preciosa Tierra que habitamos,
a veces yo me enfrento al enemigo,
cuando destruye el árbol que sembramos.
Como los elementos de la Tierra,
la vida del humano se sacude.
Por eso quiero que el lector, entienda,
que él los puede vencer ¡como yo pude!
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