Multitud de sentimientos
se agolpan tras de mi puerta
una puerta vieja y rota,
débil y llena de grietas.
Tras una de ellas miré
y pude ver allá afuera:
al odio, al rencor tan demacrado,
al amor y al cariño acorralados.
Los golpes de sus llamadas
herían toda mi piel
y mi alma defraudada
me gritaba... ¡Déjales!
En el pomo de la puerta
mi mano tiembla al dudar
quisiera abrirla de nuevo,
¡Dejarla de par en par!
¡Que entrara una brisa nueva!
Que me hiciera respirar.
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