Entidad federativa de la bella República Mexicana,
vecina de Querétaro, San Luis Potosí y Puebla,
así como de los estados de México y de Tlaxcala.
Conocer Hidalgo sí que es una experiencia buena.

Políticamente se divide en un total de 84 municipios,
como Agua Blanca de Iturbide, El Arenal, Acatlán,
Mineral del Monte, La Misión, Mineral del Chico,
Pisaflores, Mineral de la Reforma y Cardonal.

En su orografía, destacan los cerros El Jihuingo,
Las Navajas, El Agua Azul y el llamado La Paila,
así como Ojo de Agua, La Peñuela y Los Pitos,
entre algunos otros, como el Cerro La Estancia.

En Hidalgo domina el clima semiseco templado;
sus principales ríos son el Amajac, Moctezuma,
El Marqués, Tempoal, Calabozo, Chiflón, Claro,
Alfajayucan, Pantepec, San Pedro y el Río Tula.

Más del 42% de la superficie territorial de Hidalgo
es apto para las tareas propias de la agricultura.
De ellas, se obtienen alfalfa y frijol muy apreciado,
trigo, maíz, cebada, dulce naranja valencia y tuna.

Nacionalmente, destaca como productor de ovinos;
en la minería, resalta en zinc al igual que en plomo.
Hidalgo es un estado con un prometedor destino
y con muy diversos atractivos, todos primorosos.

En su flora, hay maguey, mezquite, olote, pino,
garambullo, sabino, liga, yuca, huizache, biznaga,
nopal, cardón, pirul, cuatlapal, jacaranda, encino,
cedro rojo, bálsamo, álamo, aguacate y pitaya.

Su fauna comprende varias serpientes, palomas,
codornices, zorrillos, tortugas, patos, gorriones,
nutrias, águila real americana, jabalís, zorras,
monos araña, osos hormigueros y hasta halcones.

El estado ofrece al visitante zonas arqueológicas,
grutas naturales, museos y ciudades coloniales.
También es posible ir a conocer algunas minas
y mucho bosque, con paisajes excepcionales.

Más de 2 millones 230 mil personas habitan el estado;
en más de 4 mil 500 localidades las puedes encontrar.
Los hidalguenses son amables y siempre hospitalarios,
orgullosos de su estado, con bastante qué mostrar.

Pachuca es la capital, que cuenta con atractivos diversos,
como el Reloj Monumental, que fue adquirido en Londres.
Se inauguró el 15 de septiembre de 1810, dato concreto,
y sí que vale la pena que, cuanto antes, lo vayas a ver.

En 1890, un acaudalado minero, Francisco Rule,
hizo una casona en Leandro Valle esquina Morelos.
En Pachuca la puedes admirar, espero que te guste,
con sus relieves de concha marina y su porte austero.

La capital hidalguense es llamada La Bella Airosa;
Es uno de los centros mineros más importantes.
Sus calles son empinadas, algunas muy angostas,
pero recorrerlas siempre es algo muy interesante.

A 64 kilómetros de Pachuca, se localiza Apan,
municipio que posee la Parroquia de la Asunción,
en cuya fachada de cantera hay un arco poligonal.
Del Siglo XVIII y del barroco, es fiel representación.

Cerca de Ixmiquilpan, en el municipio de Cardonal,
están las grutas de Tolantongo, dignas de visitar.
El Parque Nacional El Chico, es sitio sensacional,
para pasar un día de campo y la naturaleza disfrutar.

En Chilcuautla, encontrarás la frescura de Tlacotapilco,
balneario de aguas termales que tiene tres albercas
y muchos atractivos para todos, grandes y chicos,
como áreas verdes y para acampar, todo de primera.

Epazoyucan ofrece al visitante el Museo Tomazquitla,
que se ubica dentro del Convento de San Andrés;
allí, se exhiben interesantes piezas arqueológicas
de la región y muchas cosas que podrás aprender.

Te recomiendo que llegues hasta las Peñas Cargadas,
que pertenecen al bello municipio de Mineral del Monte.
Podrás ver piedras encimadas muy bien equilibradas
y disfrutar de los oyameles y los pinos del bosque.

En la porción norte de Molango de Escamilla,
te encontrarás con la llamada Laguna de Atezca.
En el centro de ésta, se hay una pequeña isla.
Puedes navegar, nadar y si quieres, hasta pescar.

¿Te gustaría visitar una hacienda pulquera de 1850?
Si es así, deberás dirigirte a San Agustín Tlaxiaca.
Se trata de la Hacienda La Concepción, de cantera;
aún conserva el tinacal, la sala, cocina y recámaras.

La Caja de Agua y el Acueducto de Tepeapulco,
con una longitud superior a los 27 kilómetros,
es gran obra hidráulica que verla ocasiona gusto.
Junto a la caja de agua, existen lavaderos anexos.

Otro acueducto, el de Los Arcos del Padre Tembleque,
se localizan en el municipio hidalguense de Zempoala.
Mide 47 kilómetros, desde lo que es el Cerro de Tecajete
a Otumba, México, hasta donde se llevaba el agua.

El Parque Nacional Los Mármoles, próximo a Zimapán,
permite la saludable práctica del excursionismo a pie.
¿Por qué se llama así?, con interés te preguntarás.
Bueno, porque hay yacimientos de mármol. ¿Está bien?

Las artesanías típicas están hechas en madera
y carrizo, pero hay bonitos y vistosos textiles,
deshilados, labrados y tejido de diversas telas,
todo ello de buena calidad y a precios accesibles.

Comer en Hidalgo resulta ser algo complicado,
pues sus platillos típicos son tan abundantes,
que es difícil elegir sin dejar algo de lado,
ante tantas opciones, todas ellas incitantes.

Por ejemplo, están los muy gustados zacahuiles,
enormes tamales de hasta dos metros de largo,
los guisados con nopal, garambullo y mezquite,
sin olvidar los chinuhuiles, gusanos apreciados.

En hornos de tierra se prepara barbacoa de carnero,
pero también ricos tlacuaches y ardillas enchiladas.
En Jacala se saborea el suculento mole de conejo,
con piñones y nueces, para darse gran agasajada.

Para los más atrevidos, hay gusanos de maguey,
que se comen fritos, con guacamole y tortillas;
los que saben, dicen que son manjar digno de rey,
no importando si éstas son de masa o de harina.

También hay pastes, patas de puerco en vinagre,
chiles rellenos con barbacoa, pescado capeado,
pan de pulque, costilla de cerdo en salsa de tomate,
xoconostles en almíbar, muéganos y encacahuatado.

Nacidos en Hidalgo fueron el militar Julián Villagrán,
el dos veces presidente interino Pedro María Anaya,
el escritor y diplomático Ignacio Rodríguez Galván,
así como el periodista Alfonso Cravioto Mejorada.

Hidalgo, motivo de orgullo para México lo es,
rincón de la patria nuestra que vive y que vibra,
que canta y que a diario trabaja, como debe ser,
suelo rico en cultura, tradiciones, corazón y música.

Raff