Ni el tiempo ni las distancia harán que
pierda un minuto la cordura y deje de
sembrar semillas de flores para dártelas
el día en que todo esto se haga un
diminuto paso de mi casa hasta tu reino,
te esperare y te veré hecha flor en el día
que pueda descansar en paz.

Si las flores ya no recibiesen el agua que
las estrellas derraman en mi jardín de
sueños, se apagaría el sentido y crecería
un solo recuerdo en la mente, la flor de la
despedida, aquel día que no llegara pero
quedara tatuada en el pedestal de la
sabiduría en tu corazón.

Los días y los triunfos que sucedan en la
historia de un cuento de hadas se
reformara en un torbellino de sabiduría y
de ilusión perfecta, la concordancia se
detendrá a pensar un rato en la vida y
pasara llorosa tocando las puertas del
cielo para procrear un jardín de flores
eternas para ti.

Miles de flores cobraran vida y te
cubrirán con un manto de colores
inesperados y de escritos de honestidad,
palabras que tendrán un color y un aroma
celestial que solo en sueños alcanzaste ,
esta ofrenda es la ultima oportunidad de
alcanzar la eternidad en mis ojos al verte
volar conmigo.

Al final de todo, cuando el sueño termine
y la memoria cobre su desempeño en la
incertidumbre de mi alma, te colocare un
flor al costado mientras duermas, para
que tengas algo de que aferrarte cuando
yo ya no este aquí mas en este mundo de
fantasía, de reinos y de flores.

jpcuenca