Cómo llamar a todo aquello?
quizás el mismo Cielo?.
Tambien podría decírsele,
los tornillos del infierno.
Él era entonces, fuerte y débil,
un ángel, ni dios ni averno.
Solo era un soldado en guerra,
esperando llegar a puerto.
Ella, era frágil e invencible,
cual fragata rumbo a Vietcom.
Se encontraran un dia, frente
a frente, tal como él lo soñó.
En sus ojos al mirarse,
sin remisión, lo que ella pensó.
Perdura la amistad, cariño, perdón,
búsqueda cierta del amor, y la pasión.
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