Mi corazón está triste
por un amor malogrado
por tantas adversidades
a lo largo de los años.
Tuviste lo mejor que había,
fuiste la admiración de todos
con tu porte y tu trapio
que a las damas cautivaron.
Viviste olgadamente
siempre fiel a tus principios
saboreando con desenfreno la vida
sin pensar que el reloj del olvido
ya estaba marcado.
Me duele verte afligido,
pues yo siempre te he querido,
y ahora que tú me amas
nos atrapa la barrera del destino.
Quisiera retroceder,
darle a mi vida un reposo
para poder albergarte
en el fondo de mi pecho,
donde tú y yo nos amemos
hasta el último momento
|