☰ menú
//



A LAS ONCE DE LA NOCHE

Se encendieron los cantos de los grillos,
sin saber por qué los perros ladraron,
las luciérnagas brillaron como cerillos,
bellas mariposas sus crisálidas abandonaron.

En el cielo, nada de luz ni de luna,
se iría quizás de pinta con el sol,
tampoco de estrellas había ninguna,
noche oscura pero con su particular esplendor.

Allá a lo lejos, detrás de una montaña,
una madre desnuda tiembla de frío
en el interior de una humilde cabaña;
amorosa, cuida allí a su recién nacido crío.

Con su sonrisa de perlas blancas, todas muy finas,
mira y admira a su tan indefenso y tierno bebé;
con sus ropas lo ha cubierto en una actitud divina
y todo eso pasa a las once de la noche.

El frío es intenso, no hay lumbre ni leños;
cuánto candor y amor de la madre hacia su hijo,
cuántas caricias le prodiga a ese niño bueno,
él es todo para ella, su tesoro único.



Raff

Copyright © Todos los derechos reservados.

Publicado el: 17-11-2001
Última modificación: 27-10-2016



editar deja comentario al poema

regresar




POETA VIRTUAL no persigue ningún fin de lucro. Su objetivo es exclusivamente de carácter cultural y educativo, mediante la difusión de la poesía. Los poemas y cuentos presentados en este portal son propiedad de sus autores o titulares de los mismos.


Copyright © 2017-2024 Poeta Virtual Inc. Todos los derechos reservados.
Copyright © 2017-2024 Virtual Poet Inc. Worldwide Copyrights.