Me gusta cuando vienes,
haces denuevo una parada,
si me piensas estando lejos,
con una amistad bien sana.

No quiero que mi soledad,
o mi falta de cariño,
rompan la situación mágica,
que me da tu compañía,
en esta tierra, fría, árida.

Como la vida que vivo,
a solas con mi alma,
a la que nadie conoce,
por estar entre muros,
sin puertas ni ventanas.

Para que nadie rompa,
ni su hielo, ni su escarcha,
no haya dolor por deshielo,
prefiero morir congelada,
no abrasarme en el fuego,
que solo quema mi llama.

Pero cuando mis ojos cierro,
y de mi boca no sale palabra,
es porque mis labios temen,
decirla a deshora, equivocada.

En mis silencios verás que
estan llenos sin quererlo,
del recto razonamiento,
y de una pasión refrenada.

Y es tan dificil mi amor,
resistirse a caricias sábias,
que yo ansío eternas,
sin que nunca se apagaran.

Pero temo el darse al amor,
o recibir amor por lástima,
por todo esto te siento amigo,
antes que amante de madrugada.

Más no quiero perderte amor
ni dejar de mirarte a la cara,
ni tampoco sufir por no verte
cuando exite distancia.

Ni hacer que nos duela mas,
si nos alejamos sin querer,
diluyendose nuestra amistad,
porque la vida nos separa.

gaviota frágil