Solté el hilo de mi cometa,
dejádola que alta volara,
hasta llegar a la nube,
medio gris, medio blanca.

Quise recogerla, no pude,
dejé que se me escapara,
arrastrada por el viento,
hasta la nube de plata.

Sus colores se confunden,
en la tarde dorada,
bañados por un sol ténue,
cansado de invierno,
que allá en el horiozonte,
se esconde hasta la mañana.

Y se quedó mi cometa,
sin saber donde atrapada,
algun punzón la sujeta,
porque no sube, ni baja.

Pero es tan bonito!!!
verla ondear a distancia,
que mejor verla así,
que estar siempre guardada.

En el fondo del baúl,
llena de moho, arrugada,
bendito viento del día,
que me ayudó a hizarla.

Sé que no la tendrá siempre,
porque de dirección cambia,
un día la dejará atrás,
sin importar donde caiga.

Ni si la lluvia torrencial,
la hace añicos, destrozada,
desapareciendo en el mar,
mecida por dulces aguas...

gaviota frágil