Puertas se abren,
ante la entrada del doloroso olvido.
Camino por pasillos de recuerdos,
viendo en ventanas
los sentimientos marchitos,
horizontes difusos,
sueños corroídos por el oxido ayer,
manchado con errores cometidos
y perdones ausentes.
Puertas del olvido se abren,
pero me niego a entrar,
y me niego a cerrarlas.
Veo a través del vidrio,
mis hijos jugando,
nunca existirán ...
besos y pasión
que nunca sentiré,
envueltos en sábanas de negra soledad.
Camino hacia el olvido,
¡ Dios !,
¡cuanto te necesito,
olvide, ya no sé vivir sin ti!.
No puedo pensar,
mis sinapsis colapsan en ti,
en mi retina solo existe tu imagen,
y tu perfume grabado en mi piel.
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