Allí
en una esquina,
tapado
con risa y terciopelo,
aguantando los años,
que pesan,
mucho,
tal vez demasiado...
Allí se encuentra
guardando tantas cosas...
los tímidos pasos de la duda,
algunas esperanzas,
recuerdos,
olvidos y suspiros,
también algún amor perdido,
una sábana con aromas de tarde,
una copa de vidrio,
mi Cristo de Papel,
y una llave del alma.
Allí guardo una estampa,
de la luna y los poetas
que del uso y el paso de los años
no se lee.
Mi baúl guarda también
un trozo de verdad,
¡Mucha alegría!!
y tantas otras cosas.
Pasó por mi cabeza regalarlo
y se puso muy triste,
le dí unas cuantas vueltas
lo cambié de sitio,
¡y lloraba!
allí quería quedarse,
en la misma esquina de siempre.
Entonces me di cuenta,
que mi baúl hablaba,
vivía en mi y yo en él...
¡Oh Dios...¿Será posible?
No, lo pensé mejor,
se quedará conmigo,
será mi confidente
y mi testigo.
Lo cuidaré con mimo,
lo pintaré de nuevo,
lo forrare de seda,
y encima,
colocaré una rosa blanca
como la espuma de las olas

Fernando Pérez.