Un torrente de maldad incomprensible,
inhumana, y sin razón
osó tomar tu sonrisa,
y con su vida pagó.
Han partido contigo
ilusiones y castillos.
Dejas llanto y dolor,
más queda aún presente tu amor.
Manantial fuiste un día
de alegría y candor.
Hoy cierras los ojos y sueñas,
descansas sin preocupación.
Dejaste huella, amiga,
marcaste corazones,
sellaste conquistas
y vives ahora en paz.
Desde tu nueva morada
vuelve tu vista acá,
apoya a los que ahora de lloran
y vela por su bienestar.
Descansa en paz Colette,
y un beso para tí Carlos.
|