Como musgo
has ido creciendo
en mi ser,
año tras año
curtiendo y perteneciendo
a mi piel.
Incondicional
es el amor
que me ofreces,
encadenado a la libertad,
para no asfixiar
sus pulmones.
Cuando tengo agua
tú me das tu sed,
cuando me alimento
tú me das tu hambre,
y del aire que respiras
su oxígeno conmigo compartes.
Ni allende los mares
se interrumpirá,
el compás de nuestros
corazones.
|