Y tenía pocos años y mi madre
peinaba mis cabellos crespos
y al formarse en cada lado de mi rostro
ese cachito de pelo que parece anzuelo
me decía: “mira como se te hacen solos
estos roba corazones”
Y salía coqueta toda reluciente,
imaginando quizás en la fantasía
de mis años de chiquilla al andar
paseando de la mano de mi madre, que iba
robando los corazones de quienes iba encontrando.
Hoy no se forman en mis cabellos los
cachitos de pelo que parecen anzuelos,
hoy los crespos se han quedado en el camino
del andar la vida y asoman ya los hilos de plata,
hoy mi madre me habla de su diario vivir
que es el mío en la distancia y en la querencia
de mi amor por ella en este sentir la dicha de tenerla,
hoy los años han pasado y me tienen hoy labrando
los caminos de mi otoño primero y sin embargo...
en este mi hoy quisiera poder tener la ilusión
de andar con mis roba corazones, para poder
prendar en el espacio que vacío tengo en mi pecho,
los corazones robados de ti y de ti y de ti y sobre todo...
¡de ti!
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ¡ qué cosas!, vino a mi mente este recuerdo tan simple que llenó una etapa y que fue una moda y que parece ha sido ayer cuando mi madre peinaba mis cabellos crespos.
Septiembre 24 de 2003
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