Sucede que
estoy harta de sentirme humo
que se esfuma por el aire,
que mis palabras sean mudas y reboten.
Sucede que
me cuesta soportar
la cruz de la indeferencia,
que pesa ya en mi orgullo
y me hace presa de una multitud sin espíritu.
Sucede que
solamente les veo materia
hueca en su interior ,
sin importarles las pesadumbres
del resto de las almas.
Sucede que no callaré más mis emociones.
Sucede que no me canso de ser humana.
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