Despertar entre el mar de las calmas,
sucumbir en los brazos de un beso,
horadar corazones de piedra,
o mirar el destino sin trampas,
exactamente eso es lo que quiero.
Pero si falta tu voz en mis estancias,
si no tengo el calor de tu mirada,
o la presencia viva de tus sueños,
no merece la pena
seguir aquí esperándote.
|