Tierra yerma me rodea,
desiertos ríos
de caudalosas piedras,
cubierta de una oscura bóveda,
apagado el brillo
de las estrellas.
Flor que naces carente de pétalos,
sin color , ni fragancia,
todo es triste desde estos ojos
que quisieran taparse
con una venda negra.
Patética existencia que me ha morado,
muerta la confianza en el porvenir,
carcomidas las ilusiones y las esperanzas,
fallece el hambre que hay en mí,
sedienta de la moral que hoy echo en falta,
y el llanto que se derrama,
quisiera lavar las heridas
de los que sufren las consecuencias,
de una sociedad depravada.
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