Resucita de las cenizas
aquella imagen,
se disipaba entre las sombras
y se ocultaba entre el follaje,
se desatan las ansias
que dormitaban entre almohadones,
y retumba la anhelada voz
que moraba suspendida por los rincones.
El ocaso que falleció
en la tarde malva,
hoy amanece coloreando
las olvidadas añoranzas,
embriagada de la consabida nostalgia,
palpo el penetrante verde
de la remota mirada,
y revive el otoño
de la vieja hojarasca.
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