Respiro y aspiro el aroma que me deja el mar,
siento el frescor del viento que se cuela en la hamaca
que se mece cadenciosa bajo el palmar que da la sombra.
Las playas de blancas arenas se hunden al paso
de mi huella, de mi andar descalza sintiendo el calor
del sol que cansado de colgar del cielo, se desparrama
ansioso por las playas de las costas de mi tierra Venezuela.
El mar invita a que me bañe en sus aguas
y la sal se quede y queme y deje sabor a vida en mi boca
y en mi piel que acaricia la idea de tu piel pegada a mí.
Bajo un palmar de cualquier playa, de cualquier color de mar,
mi vida respira horizonte en la línea que une tu cielo con el mío.
Bajo un palmar una hamaca se mece cadenciosa
bajo el sonido suave y remiso del mar.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ¡ah! al aspirar ese aroma a salitre que deja el mar.
Octubre 24 de 2003
Hora: 11:34 pm (23 y 34 minutos)
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