Me miro y no reconozco
en la mujer que yo fui,
mi pelo era tan negro
Lo mismo que las endrinas.
¡Y se fue volviendo blanco
Y así yo pienso seguir!.
Los años fueron pasando
de pronto me vi mayor,
los años que no perdonan
Pues es designio de Dios.
Aunque no me lo creáis,
me siento hasta contenta,
pues la vida no es bonita
¡demasiada ingratitud,
Y es la vida que te espera!.
No importan que tengas hijos
ellos han hecho sus cuentas,
si tienes dinero, ya es algo
Pues te darán más cariño.
“Tanto tienes, tanto vales”
eso es, lo que me espera,
¡por eso vivo tranquila,
Esperando lo que sea!.
|