Hoy la caricia del sol
iluminó mis párpados cerrados,
despidiéndose de los sueños
se abrieron aleteando.
Respiré hondo las ilusiones
llenándome de esperanzas,
y desinflé mis pulmones
de las emociones atormentadas,
dejando tendidas en mi lecho
las cadenas de la conciencia,
solté la soga de mi cuello
que me hacía prisionera.
Tomaron alas las angustias
viajando al país del olvido,
llenándose la maleta
de imágenes rasgadas
y de manchados recuerdos, doloridos,
se evaporan con ellos
las lágrimas de lamento.
Hoy mis ojos se llenaron
de la luz de un nacimiento,
al ser dignos de vivir
brillan al ver cada momento,
aprendiendo a ser feliz
en el manto gris del cielo.
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