Tras el temblor de la brisa
de la tarde fragante y dorada,
cuando me miras, inicia la lírica
y dan sus frutos las viñas.
Mi frente reposa en tus manos,
porque cuando me miras
los instantes se vuelven años.
y hay aromas a juncos, si suspiras.
Con sedas perfumadas juegan los vientos,
porque cuando me miras
se multiplican nuestros sentimientos
y se abren las rosas, al temblor de la brisa.
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