Dijiste que eras mi amigo
y todo eso me hizo hablarte,
pero no fuiste conmigo
tan sincero, ¡lo estropeaste!
Eres cual niño malcriado,
sabes que así tú me hieres,
vas dejándome de lado
si no oyes lo que quieres
Me hieres y vienes después
tranquilo como si nada,
con tu gran desfachatez
y tu insinuante mirada
No quisiste mi amistad
y sólo eso pude darte,
y por tu gran ansiedad
temía tan sólo mirarte
Me viste tan vulnerable
que planeaste tu estrategia,
cómo quieres que te hable
si al ser sincera te alejas
Con el néctar de tu prosa
me pides tan sólo amarte,
sin más razón ni otra cosa.
Sólo me queda olvidarte
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