La tarde esta cayendo, el sol se pone, la noche comienza a mostrar sus sombras, las nubes se mueven lento al son de la brisa que las lleva danzando el vals de cada día, de cada tarde, de cada instante en donde se mueve el recuerdo que se llena de ti.

Llega la noche, la luna parece un cuenco, se ve tan cerca, la estrella que la acompaña tempranera brilla con luz nueva, la bauticé con tu nombre, me acompaña en la nostalgia, en el recuerdo que se levanta
en cada rayo, en cada sospecha de tu llegada, en cada respiro de tu presencia.

Me llega desde lejos, desde el espacio de tu ausencia morbosa y cruel,
las notas de una canción, su letra es casi el himno que canta mi corazón, al percibir la soledad en la distancia que vivimos,
al sentir de improviso la amarga separación a la que estamos sujetos, así sin cambiar ni una letra, sin importar el género,
¡total!, el sexo lo pones tú... aquí va ... una canción de Milanés:


En el breve espacio que no estás.


“Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad,
en la cama su silueta se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio en que no estás.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará,
rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio de lo que hará.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
un solo día para amar.
No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté...
¿te quedarás?
temo mucho la respuesta de un ¡jamás!,
la prefiero compartida,
antes que vaciar mi vida,
no es perfecta mas se acerca
a lo que yo simplemente... soñé.”

Pablo Milanés.


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ahora, cuando te pienso y... te extraño... te extraño...
Enero 04 de 2004

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