Si a veces la soledad toca a la puerta
de tu sensible alma, no la dejes entrar,
piensa que otros seres te pueden ayudar
y que tan solo ellos, la encontraran abierta.
Comparte con amigos allí en una fiesta.
Convídalos al mar y admira junto a ellos
esos multicolores en todos sus destellos
de un amanecer que en tu alma despierta.
La grandeza de estar y de seguir viviendo
disfrutando la vida con todos compartiendo
lo dulce y lo grandioso que ella nos puede dar.
Así de esta manera no encontraras tristezas
ni le darás cabida en tu alma a esa presa,
que nos entierra en vida, llamada soledad.
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