☰ menú
//



Tuxtla Siglo XXI

De niño subí y bajé por tus veredas
de la Lomita, el Zapotal y la Chacona
y excitadamente sudoroso
me bañé en la poza enladrillada.

Y hoy, ya hombre
veo que el Cañón del Sumidero
por el norte se yergue majestuoso.

Con el Mactumatzá me acunas piadosamente
y con el Sabinal arrullas mis desvelos.
y desde siempre obsequias mis anhelos
al ofrendarte en el "candox" ¡pomposamente!

Cuando te vestías de bajareque
te daba mi amor itinerante,
y lejos de ti pensaba en cada instante
cómo volver a tus frondas, a tu río,
al abrigo de tu caserío
y al insinuante vaivén de tus mujeres
con sus faldas que se mecen como hamacas.

Cambiaste tus luces pueblerinas
tus áridos parques y hasta de tus hombres
el calzón de cuero,
por periféricas y amplias avenidas
y por el sonido de bocinas cantarinas.

Y ahora tu fulgor electrizante
ilumina tus fiestas septembrinas.

Te regalas moderna y lisonjera
pues en ausencia de enhiestos minaretes
y de edificios de formatos coloniales,
cuentas en tu Plaza Central con tres palacios
que se cuelgan del cielo como aretes.

Y tus rumbosas fiestas y tus parques
siempre trepidan "al son de la marimba"
mientras el viento eriza los caudales
de cercanas lagunas señoriales.

Como capital, más que centenaria
luces graciosa tus rojos flamboyanes
y el verdor del árbol de araucaria
y ajena a todo gregarismo
cobijas al pobre, al infeliz y al rico
y a todos te das por entera
en un hospitalario misticismo.

Tus barrios zoques,
refractarios a extranjeros modernismos
se aroman con el "jacuané",
disfrutan tamaladas regias,
explotan manantiales alcalinos
e inflaman de los niños los cachetes
con el hueso en miel del "cupapé".

En folklóricas fiestas te empecinas
y llevas a tus tertulias las catrinas
horas del requiebro.

Tu pueblo bullanguero baila sones
y en vernácula alegría
dulcifica corazones.

En tus más conspicuos ajetreos
de la alegre fiesta de San Marcos,
se alborotan tus barrios y rincones
con sus destellos de múltiples fulgores.

¡Tuxtla centenaria!
He de morir en donde
se yerguen tus colinas
al pie de tu sierra circundante,
para pedirte con aliento mortecino
sea tu tierra mi sudario
y tu cielo mi eterno baldaquino.


Julio Serrano Castillejos

Copyright © Todos los derechos reservados.

Publicado el: 08-01-2004
Última modificación: 09-01-2004


página personal de Julio Serrano Castillejos


editar deja comentario al poema

regresar




POETA VIRTUAL no persigue ningún fin de lucro. Su objetivo es exclusivamente de carácter cultural y educativo, mediante la difusión de la poesía. Los poemas y cuentos presentados en este portal son propiedad de sus autores o titulares de los mismos.


Copyright © 2017-2024 Poeta Virtual Inc. Todos los derechos reservados.
Copyright © 2017-2024 Virtual Poet Inc. Worldwide Copyrights.