El que tiene un buen amigo
debe apreciar lo que vale,
¡amigos tenemos muchos
y hay que saber conservarles!
Este consejo que os doy,
me lo quiero yo aplicar,
¡me confié yo tanto en ella
Que me dio la puñalada!
Me confié demasiado
y no lo comprendió así,
¡yo inocente y confiada
que a mi marido perdí!
Esta lección fue muy dura
y por eso os la cuento,
¡ me ha llenado de amargura
y también de sufrimiento!
De esta amigas que yo cuento
no lo supo hacer muy bien,
¡pues al ver mi sufrimiento
Dejó a mi marido después!
Pero yo muy dignamente
a los dos los desprecié,
¡prefiero mi soledad
a que me humille otra vez!
Estos son los sufrimientos
que la vida nos depara,
¡confías en las amigas
Y te dan la puñalada!
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