El cielo sostiene
el soplo de tu reclamo,
murmura a mi lado,
la llamada que hiciste
de mis besos y mis abrazos,
y la voz que livianamente susurra,
despierta en mi rostro
una cándida sonrisa,
que encomendándola a las estrellas,
la envío cerquita de tu vera,
para que la sombra de mi boca,
mitigue tus ansias...
acompañándote en mi ausencia.
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