Del Greco me parecen los bosquejos
de tu boca de labios tan carnosos,
pues los besos sellados por tu boca
dibujan mis acentos circunflejos.
Reflejos son, pasión edulcorante,
de caricias suaves y de capullos,
que me brindan los nítidos murmullos
de donde surgen las canoras aves.
Aves fugitivas, suspiros varios,
labios altivos de susurros suaves
que me besan e invitan al responso,
sí, del canto de cientos de canarios,
al coro musical de mil violines
bruñidos por el propio Stradivarius.
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