A ustedes, mujeres de todo el mundo,
que siguen vivas, aún con amenazas de muerte,
gestantes de utopías con o sin rumbo,
a ustedes, que luchan más allá de la suerte.
A ustedes, mujeres que no tienen voz,
que orgullosamente se reconocen indígenas,
que por otros han manchado sus manos,
a ustedes, latinoamericanas o caribeñas.
A ustedes, mujeres de todo el mundo,
curanderas, artistas o tejedoras de caminos,
a ustedes les digo, con mucho gusto,
que las respeto, aprecio y admiro.
Sobre el papel les rindo homenaje,
a ustedes, mujeres ateas o religiosas,
orfebres de la forma y el lenguaje,
a ustedes, mujeres pensantes, siempre hermosas.
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