La palabras despegaron del papel,
la tinta pintó negro, pintó arco iris,
en el aire, en el espacio que nos circunda,
en la distancia que nos separa.
La voz llegó de lejos,
ya no fuimos fantasmas que sólo se presentían
en una ausencia de siglos,
en un pasar por las horas con el peso
de los amores idos,
de los amores que pujan por ser,
del amor que es en el, amor de los dos.
La imagen se hizo,
ya no fuimos sólo sonido,
somos materia que cristaliza a la vida
en el cuerpo que se funde, en la pasión sentida,
en el saberse a pesar del tiempo,
a pesar del minutero implacable,
a pesar de las manos extendidas,
a pesar de ti y de mí.
El encuentro nos dejó el sabor y la constancia
de no ser los fantasmas que deambulan
por las calles solitarias del cielo que nos cubre.
Somos… tú y yo en este encuentro de los dos.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando sentimos que éramos para los dos uno solo.
Febrero 12 de 2004
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