Amiga española, eres dulzura,
llena de luz, como lunada,
cristalina como el agua pura
que brota refrescante de la nada.
Música para el oído, una aventura,
caída de la nube nacarada
hermosa y celestial criatura
venida al mundo como hada.
He de poder, un día tenerte,
en mi casa tropical y mexicana
con tu vástago pequeño y tierno,
y ser entonces de tal suerte,
tu voz, como tañido de campana,
mi gusto el de mirarte hasta la muerte.
|