Leyendo está,aunque su mente
ausente,distraída,perdida,
vagando por el firmamento va.

Por fuera una mujer joven que él
tiempo aún no ha podido desgarrar ni oxidar
guapa,elegante,sensual,de piel morena
y mirada tierna.

El aire que en la noche baja
de la montaña,suavemente
le besa sus labios
humedece su cara y
le entristece el alma

Sus ojos reflejan,
el gran manto de estrellas
que cubren el cielo con tal fuerza
que aún la hacen más bella.

Parece tranquila,resignada,serena
pero su corazón dolorido,
destrozado,partido,mal herido
se pregunta que a hecho
¿Es este el tributo que tengo que pagar?
¿Acaso tanto debo para tan alto precio?

Se desola pensando
que no hay más vacío ni dolor
que la separación del ser
que tanto amó y sin más
un día la dejo.

José Lor