Anda mi alma hoy vagando,
en la duda y desconcierto,
por no entender tanto daño,
inmerecido y a destiempo.

Cuando mas creía en tí,
mas despojada me veo,
de la amistad y el cariño,
que me estabas ofreciendo.

Fueron días de esperanza,
mis ilusiones creciendo,
por el peso de tu insistencia,
por la mágia de mis sueños.

Mas todo quedó ahí frío, quieto,
inmovilizado por la mentira,
mi confianza a ras de suelo,
por el gran engaño imperfecto.

No te importó mi enfermedad,
pasaste por encima de ello,
ni siquiera el calor de amistad,
promesas que no se cumplieron,
pisaste todo principio bello.

Queda mi dolor cubriéndolo todo,
como si fuera manto de luto negro,
lágrimas que se secan hoy solas,
lejos de ti, camino del cementerio.

gaviota frágil