Las palabras se diluyeron en el papel,
se hicieron líneas largas, finas, etéreas,
las palabras se desprendieron de la pluma,
volvieron unas a la tinta, otras emprendieron vuelo
perdiéndose por los aires, la brisa las acunó.
Las palabras se hicieron nudo en la garganta,
se atascaron al salir en tropel del corazón,
enmudecieron la voz que les servía de puente,
se convirtieron en quejido lastimero,
en dolor de ausencia, en silencio eterno.
Las palabras se quedaron dormidas,
se dibujaron en el alma quedando ocultas,
resguardadas de las miradas profanas,
de los sentires ajenos del sentir verdadero,
las palabras se desvanecen, se diluyen, se pierden.
Las palabras se borraron, del papel de la vida.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando se desgastan las palabras, cuando las de hacer se atropellan en el amor de construir la vida del hoy y del mañana.
Marzo 26 de 2004
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