Mí Dios una vez más que comprueba
que El vive a mi lado eternamente
haciéndome vencer todas las pruebas
cuando la vida me golpea fuertemente.
El es bálsamo que cura mis heridas
las del alma, que no hay medicamentos
para sanarlas, no existen en la vida
cirugías, o un milagroso ungüento.
Es mi Dios una vez más tan solo El
quien sabe comprender y escucharme
no me juzgas aun siendo el Justo Juez
ante las veces, que suelo equivocarme.
Por el contrario su presencia divina
aun sin verla me da fe y esperanza
me dice en baja voz ¡anda y camina!
que yo viajo contigo ¡ten confianza!
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